Según la función biológica
Según la función
biológica, los polisacáridos se clasifican en los siguientes grupos:
1.- Polisacáridos de
reserva: La principal molécula proveedora de energía para las células de los
seres vivos es la glucosa. Cuando ésta no es descompuesta en el catabolismo
energético para extraer la energía que contiene, es almacenada en forma de
polisacáridos de tipo α(1->4), representado en las plantas por el almidón y
en los animales por el glucógeno.
2.- Polisacáridos
estructurales: Se trata de glúcidos que participan en la construcción de
estructuras orgánicas. Entre los más importantes tenemos a la celulosa que es
el principal componente de la pared celular en las plantas y a la quitina, que
cumple el mismo papel en los hongos, además de ser la base del exoesqueleto de
los artrópodos y otros animales emparentados.
3.- Otras funciones:
La mayoría de las células de cualquier ser vivo suelen disponer este tipo de
moléculas en su superficie celular. Por ello están involucrados en fenómenos de
reconocimiento celular (Ejemplo: Complejo Mayor de Histocompatibilidad),
protección frente a condiciones adversas (Ejemplo: Cápsulas polisacarídicas en
microorganismos) o adhesión a superficies (Ejemplo: la formación de biofilms o
biopelículas, al actuar como una especie de pegamento.)
Según la composición
Se distinguen dos
tipos de polisacáridos según su composición:
1. Homopolisacáridos: Están formados por
la repetición de un monosacárido.
2. Heteropolisacáridos: Están formados por
puro bodyboarding y la repetición ordenada de un disacárido formado por dos
monosacáridos distintos (o, lo que es lo mismo, por la alternancia de dos
monosacáridos).
Algunos
heteropolisacáridos participan junto a polipéptidos (cadenas de aminoácidos) de
diversos polímeros mixtos llamados peptidoglucanos, mucopolisacáridos o
proteoglucanos. Se trata esencialmente de componentes estructurales de los
tejidos, relacionados con paredes celulares y matrices extracelulares.
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