Ya estamos en el segundo tema de nuestro curso. Aquí veremos las propiedades funcionales de los polisacáridos y proteínas.
A continuación te presentamos un cuadro sinóptico para que veas todos los puntos que abarcaremos.
Los
hidrocoloides son un grupo de compuestos químicos que se caracteriza por un
elevado peso molecular, debido a que están constituidos por grupos de moléculas
que se repiten formando polímeros. Su origen puede ser vegetal, animal,
microbiano y sintético. Lo que caracteriza a los hidrocoloides es que contienen
un elevado número de grupos hidroxilo, a través de los cuales se hidratan y
retienen mucha agua por formación de puentes de hidrógeno.
Esta capacidad de retención de agua otorga
lo que conocemos como propiedades funcionales, que son propiedades
físico-químicas que contribuyen a la estabilidad y mejora de las
características sensoriales de un producto, ya sea un alimento, un cosmético,
un producto de cuidado personal o una aplicación farmacéutica y que
generalmente con lleva a la percepción de una calidad superior por parte del
consumidor. Son ejemplos de propiedades funcionales, la hidratación, la
retención de agua, la formación de geles, el espumado y la emulsión.
Dentro del grupo de polisacáridos
funcionales se encuentran las gomas, los polímeros microbianos y los polímeros
sintéticos. El término goma se refiere específicamente a aquellos polisacáridos
que se obtienen como exudados de plantas, como la goma arábiga. Como ejemplos
de polímeros producidos por microorganismos y sintéticos se encuentran la goma
xantan y la carboxi-metil-celulosa de sodio respectivamente.
Las proteínas y polisacáridos son las clases
de biopolímeros más utilizados como ingredientes en la industria de alimentos.
Como ambos son a menudo, usados simultáneamente, el conocimiento de sus
interacciones es de gran importancia para controlar la estructura, textura y
estabilidad de los alimentos manufacturados. En condiciones particulares del
medio y dependiendo de la distribución de los diferentes grupos (hidrofóbicos,
cargados, enlaces puente hidrógeno, etc.) las interacciones entre las moléculas
proteicas y las moléculas de polisacáridos pueden ser atractivas (formación de
complejos) o repulsivas (separación de fases).
Una ventaja de utilizar complejos
electrostáticos obtenidos a partir de proteínas de suero lácteo (proteínas
naturales) y carrageninas sería la amplia aceptación de estas mezclas como
potenciales ingredientes alimenticios seguros. Esto deriva no solo del alto
valor nutritivo de las proteínas de suero lácteo sino también de que tanto estas
proteínas como las carrageninas son ampliamente utilizadas en la industria para
producir geles y estabilizar productos como emulsiones con grasa láctea,
helados, leche chocolatada, sustituto lácteo para café, etc.
Los complejos proteínas-polisacáridos pueden
ser considerados como ingredientes alimenticios por si mismos teniendo propiedades
funcionales características, por lo que sería necesaria mayor información para
comprender correctamente como las propiedades funcionales de estos complejos
pueden ser optimizadas en formulaciones de ingredientes y en alimentos que
estén sometidos a un amplio rango de condiciones de procesamiento.
En los últimos años, el uso de técnicas
reológicas ha sido aplicado para caracterizar la interacción entre los agentes
estabilizantes en alimentos, tales como carrageninas y proteínas que imparten
una estructura tipo “gel débil”. La caracterización de las interacciones entre
proteínas y las carrageninas han sido estudiadas con estas técnicas por algunos
autores.
Las funciones típicas de las proteínas en
los alimentos incluyen la gelificación, emulsificación, espumado, textura,
absorción de agua, adhesión y cohesión, y absorción y retención de lípidos y
flavour.
Las propiedades funcionales están
relacionadas con las propiedades físicas, químicas y estructurales intrínsecas
de las proteínas, incluyendo tamaño, forma, composición y secuencia de
aminoácidos, carga neta y distribución de las cargas y relación hidrofobicidad/hidrofilicidad.
Particularmente están definidas por la estructura secundaria, terciaria y
cuaternaria, las uniones inter e intramoleculares, principalmente uniones
disulfuro, la rigidez/flexibilidad molecular en respuesta a los cambios de las
condiciones ambientales y la naturaleza y la extensión de las interacciones con
otros componentes.
Kinsella
(1976; 1982) definió a las propiedades funcionales como “aquellas propiedades físicas
y químicas que afectan el comportamiento de las proteínas en los sistemas
alimentarios durante el procesamiento, el almacenamiento, la preparación y el
consumo”.
El entendimiento de las propiedades
físicas, químicas y funcionales de las proteínas y los cambios que sufren estas
proteínas durante el procesamiento es esencial para comprender el comportamiento
de las proteínas en los alimentos.